¡La mascota de moda!

Es curioso, ¿verdad?, pero los cerdos vietnamitas constituyen los animales más exóticos que se pueden tener como mascota. Se trata de una raza de cerdos domésticos que desde hace algunos años se han puesto de moda como animales de compañía. 

Fue George Clooney, el famoso actor norteamericano, quien impuso la moda de los cerdos vietnamitas como mascotas en todo el mundo. Clooney convivió con su mascota “Max”, durante 18 años, hasta que falleció en 2006.

Estos simpáticos animalitos son muy inteligentes, juguetones, cariñosos, limpios y fáciles de educar. Son amigos de todos los animales domésticos y pueden convertirse en fieles mascotas como los perros. No obstante, es necesario socializarlos desde pequeños para que se acostumbren al roce humano.

El gran olfato de los cerdos vietnamitas los convierte en buenos rastreadores, por lo que además de su ya conocida utilización como buscadores de trufas, se utilizan para detectar explosivos y alijos de droga en algunos países. A la hora de buscar comida, no hay nada que los detenga, son capaces de abrir despensas y frigoríficos.

Es un animal que puede vivir entre 15 Y 25 años. Suelen ser de color negro, con manchas blancas en el vientre, punta de la cola, alguna pata... Su peso oscila entre 45 a 55 Kg, como un perro de tamaño medio. Son animales omnívoros, el pienso de caballos (12% proteína bruta, 12 % de grasas, cereales y vitaminas), resulta ideal para usar como base alimenticia de estos animales, ya que no les engorda y les mantiene sanos y fuertes. 

Pueden comer frutas y verduras, pescados, carnes, o piensos compuestos para perros, pero esto hará que engorden demasiado.

Los cerdos vietnamitas “no tienen mal olor”, incluso huelen menos que los perros, pero al igual que éstos, también necesitan un baño de vez en cuando.

Con un poco de paciencia, cariño y atención, podemos hacer de este exótico animal uno de nuestros mejores amigos. Si a esto le añadimos una buena educación, estos animales se dejarán acariciar, comerán de nuestra mano, podremos pasearlo con su correa, se dejará bañar y otras cosas que se puedan hacer con mascotas más habituales como perros y gatos.

Como dato curioso no hay nada que les desagrade más que les den la vuelta con las patas hacía arriba, ya que se sienten inseguros y amenazados.

CONSEJOS:

1.- Un buen origen

Las crías que tienen madres dóciles y que han sido destetadas correctamente suelen ser más sociables y aptas para mascotas en casa.

2.- Nada de estrés

El cerdito jamás podrá adaptarse sin estar en un momento equilibrado y tener un propietario paciente, tranquilo y con capacidad de mando.

3.- Disciplina rigurosa

El cerdito vietnamita es sumamente inteligente, mucho más de lo que en un principio podamos creer. Es por ello que debemos ser también muy rigurosos en su enseñanza.

4.- Necesidad de afecto

Su gran sensibilidad requiere también grandes dosis de afecto, que le transmitiremos en forma de caricias, primero con cuidado, y después como demostración del cariño que sentimos por nuestra mascota.

5.- Vencer el miedo

De nuestra paciencia y nuestra constancia, de que sepamos infundirles confianza con las pautas adecuadas, depende en gran medida el carácter y la adaptación de nuestro cerdito.

6.- Necesidad de compañía

El cerdito vietnamita es un animal que necesita sentirse integrado en un grupo social. 

7.- Dieta rigurosa

Los cerditos son muy tendentes a la glotonería. Son omnívoros y podrán comer todo lo que les demos, pero cuidemos de que su alimentación sea equilibrada y no abundante en exceso.

8.- Ejercicio diario

El aire libre y el ejercicio moderado diario son necesarios, no sólo para la salud física de nuestra mascota, sino para su equilibrio mental.

9.- Diferentes sonidos

Nos quedaremos muy sorprendidos cuando, una vez que esté integrado en nuestro hogar, descubramos los diferentes sonidos del “lenguaje” del cerdito vietnamita, nos darán una idea exacta del estado de ánimo de nuestra mascota.

10.- Personalidad propia

Que el cerdito sea tozudo, cariñoso, nervioso, obediente... depende tanto de su enseñanza como de su propio carácter.